viernes, 8 de enero de 2010

Similitudes Entre 1810, 1910 y la Época Actual

Un buen día llego al correo las siguientes imagenes que hablan sobre las similitudes entre la guerra de independencia, la revolución y la época actual. Espero les sea de su agrado:



















"Aquello que no se analiza se tiende a repetir"

(Sigmund Freud)

¿A QUIÉN SERVIMOS?

Ya desde meses antes de que finalizara el año 2009, se escuchaba el rumor de un posible aumento de impuestos en servicios que desmedidamente se han vuelto en una necesidad, como puede ser el caso del celular y la internet, y así como en productos que sí se constituyen como una real necesidad como la gasolina, el gas, la luz, etc. productos que quizás efectivamente tienen una repercusión importante para todos. Lo cierto, es que estos fenómenos nos dan muestra de nuestra fragilidad para hacer frente hacia aquellos procesos, en los cuales se observa que la ciudadanía en general ni es realmente tomada en cuenta y quizás tampoco se ha preocupado por tratar de ver por sí misma.

De algún modo, pareciera que devenimos en ser "efecto", encontrando para ello cierto goce al dejar que nuestra situación dependa de otros o de un Otro que no tiene imagen, porque al dar cabida a la aparición de una especie de "cuerpo vacío" o "ídolos falsos", podemos depositar los nombres de empresarios o de las minorías, al temor causado de la delincuencia o el narcotráfico, a las políticas externas, etc. como los depósitos de nuestras angustias fantasiosas; es decir, que estos cuerpos vacíos permiten contener la presencia de un culpable que justifica nuestra situación sin la posibilidad de poder hacer algo, ya que pareciera que este se evidencia como algo que siempre nos rebasa, generando así una desesperanza colectiva. Entonces el sujeto se aliena a su realidad en tanto que no cree en la posibilidad de asumir un control por aquello que él mismo ha producido.

Este punto puede resultarnos un tanto interesante porque, ¿Qué pasaría si por un momento no existieran estos cuerpos vacíos, si tomáramos en cuenta que no fueran los responsables de nuestra situación ni las políticas externas e internas, ni el narcotráfico, ni la delincuencia, etc.? ¿Qué nos quedaría? ¿Habrá quién se haga responsable de nosotros como hasta el momento hemos querido creer (como en la ilusión mercantilista que causan los espectáculos del "Teletón")? Seguramente nos encontramos dentro de una especie de vació que posiblemente nos llevaría a la "necesidad" de ocuparnos nosotros por nosotros mismos.

Para ello, tendríamos que iniciar por destrozar esa coraza que es la Indiferencia y abandonar la Ilusión sobre el hecho de que llegará un Otro que hará las cosas por nosotros, entonces seguramente saldremos del plano de las Apariencias, porque al asumirnos como causas podremos ser un poco conscientes de nuestra realidad.

Pero además, sería preciso entrever que nuestra calidad de vida no ha de depender de aquello que tomamos como un fetiche y para el cual pareciera que nos vamos colocando a su servicio, sino de la posibilidad de saber qué hemos venido a vivir cada día. Y a partir de ello, al fin llegar a ser. Imaginemos por un instante que un demonio al mirarnos se nos acercara y nos hiciera esta pregunta: ¿Para qué vas muriendo y para qué vas viviendo...? ¿Qué responderíamos?



Al "Ser causas y no efectos", nos permitiría preguntarnos si las necesidades como el celular, nos resultan tan importantes como para que un sujeto pueda definir su identidad o pertenencia grupal sólo por el modelo que posee; pero que por paradójico que parezca nunca terminamos de poseer porque a este objeto siempre le falta algo y ese faltante es lo que lo hace atractivo.

Habrá que comenzar por analizar si un objeto como este, se encuentra realmente a nuestro servicio, o si nosotros nos hallamos a su servicio, y si esto último ha resultado así, entonces cabría cuestionar por qué lo permitimos y hasta cuándo seguirá así...

Ya que como se puede observar, seguirá siendo peligroso el hecho de que al sujeto le surja una nueva necesidad alienante justificado bajo cualquier razón, porque siempre habrá alguien que aprenda cómo sacar provecho de su enajenación.

DATOS GENERALES:

Lic. Ricardo Medina Zamora
Clínica y Psicoterapéuta Psicoanalítico.

Me dedico a la clínica y psicoterapia psicoanalítica a niños, adolescentes y adultos, así mismo realizo psicodiagnóstico escolar y clínico y orientación vocacional.

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